martes, 8 de noviembre de 2011

Huckleberry Cat




Pilo ama a Huck Finn, le recuerda su etapa callejera cuando su casa era una caja de cartón. Piensa que la traducción de Montes es una de las mejores (sabrosa diría Graciela) y tan furioso está por los cambios que hicieron en la obra original que está juntando firmas de patas de sus amigos para presentar una denuncia en el consejo de la UNESCO de Naciones Unidas Gatunas.